Salgo un sábado de tienditas por que le quiero comprar un elefante a mi madre. Cojo un rickshaw que me lleve al centro y curiósamente me ofrece algo que siempre me incomoda: enseñarme una tienda. Estás de suerte amigo, y acepto la invitación. A cambio la carrera me saldrá gratis y a él le darán una propina.
Ir de tiendas es bastante agobiante, tienes que tener nervios de acero y no dejarte intimidar por ninguna de las múltiples estrategias de los vendedores.
Si respiras hondo y tienes un día de esos que te sientes seguro de tí mismo y la presión te hace cosquillas y sonríes, entonces es tu día de ir de tiendas.
Nada más entrar sonríes y saludas alegremente en alto, lo que quiere decir algo como "aquí estoy, venid a venderme todo lo que tengais". La voracidad de los vendedores es admirable.
Entonces empiezas a mirar las cosas y al rato empiezas a preguntar precios, no regateas al principio, simplemente pasas la siguiente pieza interesante y la observas y preguntas también el precio y pasas a la siguiente. Sin ningún tipo de esfuerzo empezarás a ver cómo los precios van bajando y si te preguntan cuál es tu precio dices: "nada nada, es muy caro". Sigues así un rato y la paciencia del vendedor empieza a acabarse, los precios siguen bajando y el vendedor empieza con los chantajes emocionales, que si no ha venido nadie hoy que si eres el primer cliente.
También jugará al típico truco de: "esta es la oferta por ser hoy por que hoy es el día de San Mortadelo". Lo que quiere decir que si vas a otra tienda la pieza estará mucho más barata por lo que es mejor que te le venda antes de que salgas de su tienda.
En la primera tienda no debes comprar nada, sólo tomar notas mentales y sobre todo nada de regatear, si ofreces una cifra quiere decir que tienes interés y tendrás que comprar la pieza si bajan hasta cerca de tu precio pues lo contrario ya sería mala educación, simplemente no muestres demasiado interés, ellos irán bajando el precio hasta casi su límite, a partir de ahí sabes que existe la posibilidad de pretar hasta un 30% más abajo.
En la segunda tienda haces un poco lo mismo y con esto ya sabrás más o menos cuanto puede costar la pieza.
Si quieres que la gente no se moleste puedes comprar una pequeña pieza de unas 100 rps, con ello ya se dan por satisfechos.
Si hace cómo yo hacía que era decirles que hoy no iba a comprar nada que igual mañana, se ponían de los nervios por que su negocio está en la compra compulsiva. Si encima dices que quieres comparar precios con otras tiendas ya les has matado, se relajan y saben que tienen que bajar al límite o te han perdido.
Cuando ya has visitado un par de tiendas puedes ir a una del gobierno, en estas tiendas los precios son fijos y sabrás cuál es el valor más o menos real de las piezas. Aún así en un tienda normal puedes bajar ése precio un 20% con facilidad.
Una vez que ya te haces una idea del precio promedio puedes comprar. Lo mejor es comprar muchas cosas en la misma tienda pues lo que de verdad les importa no es el margen que sacan de la pieza si no el total de la venta efectuada. Es decir que prefieren vender dos piezas por 1.000 rps que una por 800 rps.
Te pensarás que soy un poco cabroncete por andar racaneando a esta gente, y puede que lo sea pero también me comprendereis cuando os diga que la misma pieza en una tienda de turistas puede costar 40.000 rps (720 euros), en esa misma tienda cuando han llegado a su límite la misma pieza cuesta 20.000 rps, en la siguiente tienda, ya no tan de turistas, la misma pieza cuesta 10.000 rps y en una tienda pequeña cuando has ofrecido un precio y peleado un poco la tienes por 4.000 rps (72 euros). Cómo verás ya no es que me esté aprovechando, es que estoy intentando que no me tomen como el típico alemán gordito que está aquí de pasada y se le caen los euros del bolsillo.
Mamá ya tengo un elefante de madera para tí :).
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment