De la mano de Santi he conocido Old Delhi.
La Delhi de Pahar Ganj es sólo una máscara turística del auténtico Delhi, una versión light. Aquí en Old Delhi es lo mismo pero sin maquillaje, nadie se molesta en convencerte de comprar nada, pasas por su día a día como un fantasma efímero inaccesible, excepto por los niños que harán lo posible por que les dediques una sonrisa. Si aún te sumerges en alguna de las callejuelas pasarás a ser un animal exótico que causa fascinación. Te mirarán esimismados como si tus pies no llegaran al suelo, quizás sea eso lo que está ocurriendo.
Santi me ha guiado como el explorador guía al turista de ciudad por la impredecible selva, él ya se conoce estas tierras. Me encanta poder confiar en alguien que maneje las velas y sentarme a sentir el barco mecerse. Me he sentido super cómodo y super protegido. Mañana voy a acompañar a Allison en una expedición parecida. Será más complicado pues ya no tenemos con nosotros la experiencia y la brújula mental de Santi, además ella es una mujer y rubia.
Son las 00:30 horas, acabo de recorrer las oscuras y abandonadas calles de Pahar Ganj con Allison, hemos vuelto al hotel a cerrar el día, ella enviando romanticismo vía email y yo intentando sintetizar mis recuerdos del día. Creo que se podría escribir un pequeño ensayo de prosa poética intentando describir una sola tarde andando por esos barrios.
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Aquí en el bar del hotel sirven el té de una manera excepcional. Hoy té de menta con gengibre, el gengibre está machacado no cortado y la bolsita de té no la meten en el baso para que controles a tu gusto el tiempo y el momento de meterla.
Santi también se ha ido, de mis conocidos sólo queda Alliso, puede que yo sea el último en abandonar el barco. Todos, incluido yo, veníamos a Delhi con la idea de huir cuanto antes de los ruidos y los olores de esta ciudad, pero su caos misteriósamente estable me está atrapando. Esta ciudad se adapta a tí como si cayeras en una piscina de gelatina. Puedes bucear en sus más oscurar profundidades y todo se moverá a tu alrededor para hacerte un hueco. Puede que sus corrientes te arrastren si te descuidas un momento pero nada doloroso te golpeará.
Santi nos ha llevado a comer Tali a un sitio donde la gente come con las manos y donde no hay servilletas.
Me despido de tí por hoy, me siento agotado como sólo un trekking de 5 horas por Old Delhi puede dejarte, aún así tardaré en conciliar el sueño... es esto el famoso jet-lag?
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3 comments:
Yo creo que eso del jet-lag es un mito, y la excusa del viajero para justificar que durante unas horas-días no contemos con él. Y creo haber leído que hay remedios bastante eficaces, que tienen que ver con hacer ligeras modificaciones en tus horarios pre-viaje...bueno. Si bien es cierto que nunca lo experimenté (flojuchos...jet-lag es hacer commit en Eclipse a las 7 de la mañana y que te despierten por error a las 11 para venderte no se qué por teléfono...einnnn?). Cuasi excelente descripción viajera, señor Fernando, hasta ahora...
Miguel.
Ese ddus... ké envidia, chaval, cómo te lo montas... una pregunta, estás accediendo a internet siempre desde el hotel? O hay foneras?
Suerte, te seguiremos leyendo.
foneras?.. qué es eso de foneras?.. aquí en Delhi hay ciber-cafés allá donde mires, eso sí, la conexión puede resultar un poco desesperante.
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