Hoy me he levantado con ganas de irme.
He dejado mi ropa a lavar en un sitio que me mostró Ruth, una chica israelí encontadora que llevaba 8 meses de viaje por China e India. He comprado unas alforjas pequeñas por 180 rps. Sólo me falta el billete. El tren sale a las 07:00am osea que me tengo que levantar a las 05:00am si quiero desayunar agusto.
Hoy no he visto a Allison, queríamos hacer juntos e lpaseo a Connaught Place en busca de una especie de mercado de tiendas del gobierno con precios fijos y productos de calidad. Espero que no haya intentado hacer el viaje sola, yo lo he intentado y tienes que hacer uso de toda tu capacidad de esquive para que los chavales jóvenes te dejen en paz un sólo minuto. El truco de no saber hablar inglés no funciona con ellos, he andado casi un kilómetro con un chico al lado que me intentaba preguntar las típicas cosas cómo de donde eres o cuál es tu nombre pero con señas, al final no he podido contener la risa y le he dicho con mi más perfecto inglés (que no lo es tanto) que muchas gracias pero que no necesitaba ayuda, creo que se ha enfadado un poco. No han pasado ni dos minutos hasta que se me acercara otro. Ni siquiera en la oficina de infromación he sentido confianza. Me he vuelto a mi entorno protegido de Pahar Ganj a comer y relajarme.
Son las 15:45 pm, las águilas sobrevuelan Main Bazaar, mi sopa de noodles me hierve en la boca, ya empiezo a acostumbrarme al picante. Pido una chapata más para intentar arrastrar el picor de mi boca hacia el estómago, la hacen delante mío y la sirven con rapidez.
Son las 20:50pm y ya tengo mi billete de tren para Haridwar. Despego de este hormigero humeante sabiendo que no he conseguido saborear ni una migaja de todo este gran pastel llamado Delhi. Todo está delate mío pero no puedo digerirlo. Todo el mundo que me encuentro me recomienda que me olvide del norte y ponga rumbo al sur, me hablan de frío y nieve, cosas que amí me aterran, aún así me siento decidio, creo que en el norte encontraré la tranquilidad y estabilidad que busco, por lo menos una cosa está clara: no es temporada alta allí.
Un afeitado a navaja y un masaje facial 50rps, seguro que he cogido 20 infecciones y eso que me han mostrado como usanbasn una cuchilla nueva conmigo pero la toalla con la que me han limpiado la cara y las orejas parecía pesar el doble de su peso original y todos sus colores tendían al marrón oscuro. Ha sido estupendo sentir la maestría de esas manos a un milímetro de rebanarme la yugular. El bien hacer y la cortesía de esta gente son enamoradizas.
Son las 22:40horas, no he visto a Allison todavía, me gustaría despedirme de ella y saber como le ha ido en su paseo hasta Cunnaght Place. Acabo de salir del cine, he entrado a la sala del barrio a ver como la gente vive una película de Bolliwood, me habían dicho que la gente cantaba, gritaba y bailaba pero no me habían dicho que fumaban y escupían ruidosamente. La película era fantástica aunque me he salido en el intermedio pues no podía aguantar las 3 ó 4 horas que vienen a durar. Había mucho rollito culebrón, planos románticos, peleas rollo Bud Spencer y escenas de humor, todo se entendía de maravilla, o eso creo, aunque en alguno chistes no me he podido reir como el resto de la gente.
Estoy en mi terraza favorita, quería despedirme de Delhi desde aquí. Sólo quería tomar un té pero la tentación me ha llevado a pedir otro pankake de plátano, esta vez con chocolate, hummm¡. No me hago a la idea de que estas calles estén a 10.000km de mi casa y que puede que nunca más vuelva a verlas.
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