Monday, December 25, 2006

Navidad.

Cuán suabe y agradable fué la cena de nochebuena. Tenía tanto miedo de salir fuera de mi bungalow y encontrarme toda la gente en grupos riendo y conversando al rededor del fuego y yo tan sólo y tímido. Estuve más de media hora sentado en la playa en la oscuridad mirando a la gente y ,sobre todo, mirando la espalda de una chica de pelo largo que cenaba sola. Se llama Jim, o por lo menos así es como se deja llamar por que su verdadero nombre es impronunciable para un occidental. Ella es una sur-coreana que está de aventura viajando por Asia también sola como yo, pero ninguno de los dos cenó solo esta noche.

Hemos pasado el día de navidad encontrándonos y desencontrándonos, me siento más ligero, más cómodo, ya he encontrado más gente simpática, todos ellos viajan también solos y Palolem se convierte en nuestro puento de encuentro. Arom: un chico de Miami super romántico cuyo corazón se encuentra en algún lugar de Letonia me enseña los ejercicios de yoga de saludo al Sol, Cintia: una preciosa y encantadora brasileña que está dando la vuelta al mundo y Alberto: un aventurero español, el primer españos que me encuentro en estos parajes desde hace más de un mes. Una pequeña porción de este grupo hemos cogido una barcaza de pescadores y hemos ido al atardecer al encuentro con los delfines a intentar nadar entre ellos.

Todo es tan sencillo de repente. Me encuentro tan agusto entre tanto turista agradable.

2 comments:

Anonymous said...

delfines! joder, habrá delfines chica también! mmmmm!

Anonymous said...

hola nano.abrazos de la famili.tenemos ganas de que vuelvas y que nos cuentes todo.besos."vane".